El primero nombró al jeque Osama Al-Rifai como Gran Mufti de la República Árabe Siria y el segundo formó el Consejo Supremo de Fatwas.
En su discurso pronunciado durante la ceremonia de formación del Consejo Supremo de Fatwas y el nombramiento del Gran Muftí de la República, el presidente expresó: "Siria siempre fue una plataforma científica, cultural y religiosa, desde la cual se transmite bondad a toda la nación. Pero Siria había caído en manos de una banda corrupta, por lo que surgió el mal, se extendió la calamidad y se intentó demoler Siria, pilar por pilar".
Al Shara añadió: "Hoy, todos nos esforzamos por reconstruir Siria con sus cuadros, académicos y su pueblo. La responsabilidad de la fatwa, su integridad y su papel en la construcción del nuevo Estado son bien conocidos, especialmente después de que la fatwa fuera objeto de ataques por parte de personas incompetentes".
El presidente declaró: "Nos corresponde restaurar el cargo de Gran Muftí de la República Árabe Siria. Este cargo lo ocupa ahora uno de los eruditos más destacados del Levante, el virtuoso jeque Osama Abdul Karim Al-Rifai" y precisó que “la fatwa debería convertirse en una responsabilidad colectiva a través de la formación de un Consejo Supremo de Fatwas, mediante el cual se emite la fatwa luego de realizar todos los esfuerzos posibles en investigación”.
Al Shara concluyó: "El Consejo de Fatwa también busca regular el discurso religioso moderado que combina autenticidad y modernidad, preservando al mismo tiempo la identidad, resolviendo las disputas que conducen a la división y cerrando la puerta al mal y la discordia".
Fuente: sana.sy/es
wdm.
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