
Más de 400 personas han muerto y 10.000 han resultado heridas mientras que muchas personas están sepultadas bajo los escombros de los edificios derribados a causa del temblor de magnitud 6,9º en la escala de Richter que ha sacudido este miércoles a la provincia occidental china de Qinghai, en la montañosa planicie tibetana, según informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
El mayor problema ahora es que no tenemos tiendas de campaña, nos falta equipo médico y medicinas, agregó un portavoz del servicio provincial de emergencias de la zona.
El presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, también ofreció el apoyo europeo a las autoridades del país asiático y confió en que los servicios básicos y la reconstrucción se inicien cuanto antes.
Según un portavoz del servicio provincial de emergencias de la zona el número de víctimas puede ser alto porque el terremoto se ha producido a una hora temprana y la gente estaba en sus casas.
El epicentro se localizó a 33,1 grados latitud norte y 96,7 grados longitud este en la prefectura autónoma tibetana de Yushu, con una profundidad de 33 kilómetros. Según los registros del organismo americano, tres réplicas de 5,8 grados se sucedieron al poco tiempo del terremoto principal.
Fuente: El Mundo-ElPaís
wdm.
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